Desde que en 2008 se instalaran las primeras islas de contenedores Molok, la ciudad de Miguelturra en Ciudad Real ha ido sustituyendo iglús de superficie por semisoterrados Molok con el objetivo de ganar en higiene, accesibilidad e integración estética.
Las últimas 6 islas, que se han abierto al uso hace tan sólo unos días, están todas ubicaciones en el centro urbano en áreas con mucha actividad. Cada isla está compuesta de tres contenedores, de 3.000 litros de capacidad cada uno, para las fracciones papel/cartón, envases y vidrio.
Razones para sustituir los Iglús por Molok
Los concejales de Servicios Generales y de Obras, Diego Rodríguez, y de Desarrollo Sostenible, Julián Díaz, indican las principales razones para la elección de estos contenedores semisoterrados frente otras soluciones:
• Higiene. El semisoterramiento consigue mantener el residuo almacenado a temperaturas más bajas y crear un espacio mucho más limpio y ordenado que el que se consigue con contenedores de superficie.
• Accesibilidad. La altura de las bocas de entrada del residuo, mucho más bajas que en los iglús de superficie, así como la no necesidad de plataformas o bordillos, garantizan un acceso cómodo y diáfano al contenedor que cumple con las exigencias de accesibilidad universal.
• Seguridad. Los contenedores de superficie ocupan más espacio y dificultan visualmente la circulación del tráfico, problema que desaparece con el uso de semisoterrados.
• Mantenimiento mínimo. Otras soluciones soterradas acarrean un gasto en mantenimiento anual considerable, por contra, con estos equipos el mantenimiento necesario es comparable al mantenimiento de los contenedores de superficie.
• Compatibilidad con el sistema de recogida. De las opciones que ofrece el fabricante, se ha optado por incorporar a los contenedores el sistema de recogida doble gancho. Esto permite la sustitución de iglús por nuevos equipos semisoterrados, sin tener que invertir en camiones nuevos.
• Durabilidad. Estos contenedores están fabricados en polietileno de alta densidad de gran calidad, consiguiendo una prolongada vida útil sin la necesidad de añadir elementos adicionales como plataformas, mecanismos eléctricos/hidráulicos o bombas de achique. Las primeras islas Molok instaladas en Miguelturra tienen ya 12 años en uso ininterrumpido y la previsión es que sigan en funcionamiento muchos años más.
Integración de los contenedores con el entorno
Este tipo de contenedores tiene la capacidad de adaptarse estéticamente a las necesidades concretas de cada ubicación. Además de ofrecer gran variedad de acabados estándar como el composite, el aluminio anodizado o polipropileno impreso en calidad fotográfica, también es posible realizar acabados personalizados con materiales como la piedra o el acero corten.
En instalaciones anteriores, como las realizadas en las inmediaciones de la ermita del Santísimo Cristo de la Misericordia (conocida popularmente como “La Torre Gorda”), el acabado exterior elegido fue las lamas de madera tropical. En esta última fase, el acabado de todos los contenedores ha sido fabricado en composite de color marrón con tonos terrosos en armonía con la arquitectura local.
