Nuestra línea de contenedores soterrados MolokClassic con sistema de recogida con doble gancho supone una alternativa al uso de iglús para papel/cartón, envases y vidrio.
Al disponer del mismo sistema, se pueden reemplazar fácilmente sin necesidad de modificar el camión de recogida ni la planificación de las rutas.
Razones para el cambio
Las principales razones de nuestros clientes para realizar este tipo de sustitución son las siguientes;
-
Menor impacto visual y mejor integración con el entorno.
Existiendo una gran variedad de acabados disponibles como el aluminio, el composite en diferentes colores o incluso paneles de polipropileno impreso en calidad fotográfica, permiten crear entornos muy agradables para el ciudadano. -
Mayor capacidad de almacenamiento.
Pudiendo elegir modelos de hasta 5.000 litros de capacidad, se reducen las frecuencias de recogida y se evitan desbordamientos. Una mayor capacidad por isla resulta muy conveniente tanto en zonas de dispersión como en zonas turísticas con alta temporalidad. -
Conseguir la accesibilidad universal.
Las bocas de entrada de los iglús suelen estar a una altura poco accesible. Todos los modelos de contenedores Molok están diseñados para ser cómodos de usar y totalmente accesibles.
-
Inversión mínima.
El reducido precio de adquisición sumado a la gran durabilidad de nuestros equipos, con 10 años de garantía en el contenedor base, es clave para la decisión final. -
Conseguir un entorno más limpio.
Los residuos quedan almacenados de forma ordenada y limpia, consiguiendo que el suelo entorno a los contenedores permanezca libre de pequeños restos y sin derrames de lixiviados por la acera. -
Sistema sencillo con mantenimiento mínimo.
El mecanismo de vaciado es idéntico al de los igús: sencillo y sin sistemas hidráulicos. -
Instalación rápida y sencilla.
Los contenedores Molok se instalan simplemente abriendo un hueco de 1,5 m de profundidad y rellenando con grava. No se requiere hormigón. Además, son totalmente estancos con el subsuelo garantizando que el residuo nunca se filtra al terreno o se mezcla con agua subterránea. No requieren de bombas de achique ni ningún mecanismo adicional.