Para implantar la recogida por separado de los residuos textiles es necesario facilitar contenedores para textiles a disposición de los usuarios. En la actualidad, prácticamente la mayoría conocemos un lugar, una entidad o asociación, o incluso unos contenedores en las vías públicas o en establecimientos privados, donde se puede depositar la ropa, el calzado y los textiles en general que ya no usamos y queremos desprendernos de ellos.
Pero la realidad nos dice también que en muchos municipios esto no está del todo claro, pues o no hay donde dejar la ropa usada de forma adecuada, o hay pocos puntos o están en lugares con limitaciones horarias, tales como parroquias, roperos asistenciales o locales de ONG’S.
Hay otros municipios que sí disponen de un sistema, mejor o peor, para que los ciudadanos puedan depositar su ropa usada, normalmente en forma de contenedores colocados por entidades sociales o empresas privadas bajo autorización municipal.
Toda esta mezcla de sistemas, de modelos y esta disparidad entre existencia o no de formas de desprenderse de la ropa usada, tiene fecha de fin. El 31 de diciembre de 2024.
Directiva 2018/851 sobre los residuos textiles
Este es el límite que ha marcado la Unión Europea para sus miembros en la Directiva 2018/851 modificando la Directiva 2008/98/CE sobre residuos.
En concreto, en el artículo 11, letra b), apartado 1, se cita “los Estados miembros establecerán una recogida separada, al menos, para el papel, los metales, el plástico y el vidrio, y, a más tardar el 1 de enero de 2025, para los textiles.”
En román paladino, todos los municipios de los estados miembros de la Unión Europea, han de disponer de un sistema de recogida selectiva de textiles antes del 1 de enero de 2025.
Ante todo, es un inicio, pues la Directiva no marca objetivos, ni ratios de contenerización, cosa que se hará con posterioridad, pero al menos, vamos a ver contenedores para ropa usada en todos los municipios.
Como bien es sabido, es obligación de los estados miembros, la transposición de las normas europeas y en este sentido el Gobierno de España, en su Estrategia Española de Economía Circular, define al sector textil, como estratégico en las políticas medioambientales. Tanto el sector industrial textil, puntero en nuestro país, como el tratamiento de sus residuos y la gestión del textil usado de origen domiciliario.
También, la futura Ley de Residuos española, en fase parlamentaria actualmente, recoge en su Art. 25, sobre la recogida separada de residuos para su valorización, en su punto 2, apartado C, la fecha clave del 31 de diciembre de 2024, como límite para que las entidades locales establezcan recogida separada de textiles.
Aunque la directiva europea no marca objetivos, la nueva Ley de Residuos de España, establece que para 2020, o sea, ya, al menos el 2% del 50% que ha de ser recogido separadamente, ha de ser textil u otros residuos tales como, aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización. Para 2025, el 5% del 55%, y para 2030, el 10 % de 60% y para 2035, el 15% del 65% que se ha de recoger separadamente.
Gestión de los residuos textiles en España
Algunas comunidades autónomas, como la Comunidad de Madrid, ya se han adelantado a esta norma y en el marco de la Estrategia de Gestión sostenible de los residuos de la Comunidad de Madrid 2017-2024, establece distintas medidas destinadas a promover la reutilización y reciclado de productos textiles. Entre estas medidas, ha determinado que la recogida separada de ropa, calzado y productos textiles del hogar, será obligatoria a partir del 31 de diciembre de 2019 en los municipios de más de 20.000 habitantes, y a partir del 31 de diciembre de 2021 en los municipios de más de 5.000 habitantes.
Contenedores para gestión de los residuos textiles
Pues bien, fundamentalmente, que se incorporará al paisaje habitual de contenedores en nuestros municipios, uno nuevo, para el textil.
Y digo contenedores, porque otras fórmulas que se han probado, fundamentalmente en Cataluña y País Vasco, como han sido las recogidas a demanda o el sistema puerta a puerta, no han resultado del todo eficaces, además de ser sistemas extremadamente caros y que, sin el apoyo financiero de la administración pública, no resultan autosuficientes económicamente con tan solo la valorización del material recogido, como puede ocurrir con otras fracciones con más valor de mercado.
Por tanto, los ayuntamientos, consorcios, mancomunidades, etc., van a tener que plantear en sus sistemas de recogida, en sus despliegues de contenedores de reciclaje, uno más. El contenedor para textil. Empezaremos a ver baterías de contenedores, bien soterrados o de superficie, en los que se incorpore la fracción textil, junto al papel, vidrio, envases y biorresiduos.
Esto puede significar un cambio en los sistemas existentes actualmente, en los que los diferentes gestores de residuo textil, ofrecen y compiten entre ellos para colocar sus contenedores a las entidades locales, lo que se traduce en ocasiones en diferentes tipos de contenedor, diferentes sistemas y métodos de recogida y diferentes colores identificativos del residuo dependiendo del operador que trabaje en el municipio e incluso, se da la circunstancia, de que en el mismo municipio, operan dos, tres y hasta cuatro operadores distintos. Pero de esto, podríamos hablar más en profundidad en otro momento.
La nueva consideración de la recogida separada de la fracción textil puede implicar que los ayuntamientos sean quienes dispongan los contenedores y después, bien un gestor autorizado o el propio municipio, recoja la ropa.
Sin duda, el cambio que va a traer la normativa europea a nuestras calles de ciudades y pueblos va a ser mucho más significativo que tener un contenedor más. También los fabricantes de contenedores van a tener que actualizar su catálogo para ofrecer un nuevo producto para un nuevo residuo, con unas características muy diferentes a las de otras fracciones. En este sentido, Molok ya tiene contenedores soterrados específicos para la recogida por separado de residuo textil en Finlandia y Lituania.
Bienvenida sea esta nueva normativa para el sector y ojalá que sirva además para poner en valor un residuo que cada vez cuenta con mayor importancia en los residuos domésticos y que además supone una amenaza determinante para la salud de nuestro medioambiente y la consecución de los objetivos de recogida separada que nos marca la Unión Europea.